Vamos creciendo, pasan los meses, los años y va sucediendo lo que es nuestra vida. Y vamos eligiendo, incluso cuando no elegimos y dejamos que suceda. Vamos tomando decisiones, escogiendo cada día desde la ropa que nos ponemos, lo que vamos a comer, las calles por las que vamos a pasar, si saludamos al vecino o no… y de repente estamos a hoy, y quizá hay algún aspecto de nuestra vida que quisiéramos que fuera distinto, o varios, o ninguno.
Podemos encontrarnos en una o varias situaciones de éste tipo:
-no me siento realizado
-no me gusta mi trabajo, mi carrera profesional
–no disfruto de la vida,
-no disfruto de mi sexualidad como me gustaría
-vivo con miedo
-tengo malas relaciones, familiares, con amigos, con compañeros…
-siento frecuentemente: rabia, frustración, celos, apatía, tristeza, ansiedad, tengo altibajos en mi estado de ánimo, vivo una euforia que me agota… mi estado de ánimo actual no es cómo me gustaría sentirme realmente
-me siento perdido, desubicado, en un bucle…
-tengo síntomas físicos de hace mucho tiempo: dolor, malas digestiones, cansancio, problemas de piel, resfriados frecuentes, enfermo fácilmente, alergias…
Y el origen está en nuestras elecciones, nuestras decisiones. Y más que la opción escogida en sí, se trata de lo que nos mueve a tomar esa elección y no otra. ¿Actuamos desde el miedo o desde el amor? Esa es la gran pregunta, eso es lo que deberíamos sentir antes de tomar cualquier decisión. Si aprendemos a percibir, a sentir, a estar más conectados con nosotros mismos, entonces vamos a poder tomar decisiones que nos van a llevar a situaciones mucho más coherentes con quienes somos realmente. De no ser así, si actuamos en base a nuestros miedos, a nuestras creencias, a las etiquetas que nos hemos o nos han puesto y nos hemos creído… a la larga nos puede llegar a producir bastante malestar físico, emocional, mental… y vamos a tener la sensación de estar en lucha, y nos vamos a encontrar con muchas resistencias o dificultades.
Sabremos que estamos actuando desde el amor y que estamos eligiendo de una forma más cercana a nosotros mismos porque nos sentiremos mejor, atraeremos en nuestras vidas situaciones más agradables, tendremos la sensación de mayor fluidez en todo, con menos trabas, menos altibajos, más ágil, más sencillo.
Lo bueno es, y aquí está lo mágico… que podemos aprender a estar más cercanos, liberarnos de lo que nos aleja de nosotros mismos, y acercarnos a nuestra esencia. Observar, aceptar, no juzgar, asumir tu responsabilidad, tomar las riendas y hacer todo esto con mucho amor y respeto hacia ti mismo y hacia la vida, es la clave.
Te dejo el enlace a la conferencia que di sobre ser uno mismo, ¿Estoy siendo yo mismo? Técnicas para conectarme.